miércoles, 26 de febrero de 2014

CLAVES PARA PRESENTAR UN BUEN TRABAJO

  ¿A quién no le han encargado realizar trabajos para clase en algún momento de su vida? Bien sea en el colegio, o bien en la universidad, o en donde se precie, tod@s, hemos tenido que presentar algún trabajo, versara sobre el tema que versara. Y no siempre, hemos sabido como realizar la tarea.

  Por todo ello, os dejo aquí unas claves para que entreguéis un buen trabajo.


  En primer lugar, debemos estudiar el tema alrededor del que vamos a analizar los puntos. A veces, la idea nos la facilitan los profesores, en otras ocasiones, tenemos que plantear el asunto en referencia a un ámbito específico. En cualquiera de los casos, el contenido debe estar bien definido. Es decir, que si por ejemplo nos encargan una tesis sobre un libro que hayamos leído, deberemos tener claro en qué puntos nos vamos a centrar; pueden ser las aventuras que vive un personaje, la época en que se desarrolla la historia...etc. Si no definimos claramente este punto, difícilmente tendremos algo que decir. Para salir con éxito en este primer paso, deberemos plantearnos una serie de preguntas que nos lleven al objetivo que deseamos, es decir, definir el asunto sobre el que vamos a escribir. Por ejemplo, en el caso del libro, nos preguntaremos: ¿Quiénes son los personajes qué intervienen?, y de estos, ¿Cuáles son los más importantes?, ¿Cuáles son los acontecimientos relevantes?...etc.

  Por otro lado, es muy importante dividir el trabajo en apartados, es decir, organizarlo. Normalmente, una buena presentación de un trabajo debe disponer de; en primer lugar, introducción; después, ha de tener unos apartados, (con subapartados si fuera necesario), en los que se expliquen los distintos puntos elegidos en el primer paso; y por último una conclusión. En algunos casos, se pueden añadir más partes, como una presentación del autor antes de la introducción, o algunos anexos, explicando más detalladamente algunos aspectos que en el argumento no quedan suficientemente claros.
En la introducción, se expone la idea fundamental, en torno a la que va a girar el análisis, añadiendo una explicación de porque se está realizando el estudio.
En los argumentos, es donde hay que mostrar en detalle las cuestiones que están siendo tratadas, con sus causas y sus consecuencias. Por ejemplo, si estamos redactando un apartado que se titula, "El paro en España", no sólo debemos decir si las diferentes tasas e índices han variado al alza o a la baja, sino que habrá que explicar, por qué ha ocurrido así. Hay que tener en cuenta, que normalmente, todos los comentarios que se citan en esta parte del trabajo, deben tener un apoyo fundamentado. Es decir, continuando con el ejemplo anterior, deberemos aportar gráficos, o datos obtenidos de fuentes fiables, para corroborar lo que exponemos allí.
En la conclusión, es el lugar en el qué se resume todo el contenido de la exposición anterior, incluyendo una opinión personal del autor.

  Como anotación a lo dicho, tan importante es definir la estructura, tener una buena redacción y ortografía, como la maquetación del trabajo. Muchas veces, plasmamos por escrito muy correctamente lo que tenemos en la cabeza, pero se nos olvida, que la imagen que debe dar nuestra tesis, resumen, análisis...o menester que se precie, es tan importante como todo lo demás. 
Por fortuna o por desgracia, actualmente, disponemos de muchísimos medios donde recabar imágenes e ideas para aportar al físico de nuestras presentaciones, por ello, debemos saber aprovecharlas y utilizarlas.

  Antes de finalizar, cabe decir, que desde que se plantea una idea, hasta que se plasma por completo en el soporte que la estemos publicando, el proceso es largo, y muchas veces aborrecedor. Por ello, hay que mantenerse en calma, y continuar sin ofuscarse hasta terminar con lo que se esté haciendo.

  Un saludo a tod@s, y espero que este artículo, haya servido de utilidad.

lunes, 24 de febrero de 2014

¿CUÁNTAS TOALLAS HAS TIRADO YA? NO TIRES MÁS


  Ayer, se publicó un artículo, en el que se explicaban detalles sobre la toma de decisiones. Pues bien, esto puede ser una continuación al mismo.


  Una vez tomada una decisión, como ya se comentó, hay que aplicarla. Y una vez aplicada, no se debe "tirar la toalla" y continuar hasta alcanzar nuestro objetivo, siempre que esto, no nos compliqué la vida, y sea la meta visualizada, la que realmente queremos. Si se ha hecho un buen análisis de la toma de decisiones, el objetivo a alcanzar, debería ser el correcto.

  Por todo esto, en este artículo, quiero motivaros y animaros a ser perseverantes en alcanzar lo que realmente deseáis. 

  Algunas fórmulas para no desistir son las siguientes.
  En primer lugar, hay que tener un incentivo. ¿Y qué mejor incentivo que visualizar la satisfacción que se va a sentir cuando se alcance el objetivo? Aunque además de esto último, podemos fijar otras motivaciones para continuar con nuestro trabajo, como puede ser, el encontrar un buen trabajo, o posicionarnos en el lugar social que deseemos.
  Por otro lado, hay que ser realista, y conocer, que en la mayoría de los casos, los resultados se ven a largo plazo, y no inmediatamente, así, que los planes organizativos que se pretendan, han de ser objetivos. Por ejemplo, si no hemos estudiado inglés hace años, no podemos esperar recuperar todo lo aprendido en una semana, por mucho que nos apuntemos a un curso intensivo sobre el tema.
  Además, también sabréis, que cuando empezamos nuevas iniciativas, al igual que cuando comenzamos a hacer deporte sin ser profesionales del asunto, comenzamos siempre con mucha energía y ganas, pero poco a poco vamos dejándonos, y perdemos esas ganas del principio. Para que esto no suceda, lo ideal, es realizar una buena planificación, sin excedernos al principio, pues podemos acabar exhaustos. Y hablando de terminar agotados, durante el camino hacia un logro, nos podemos encontrar totalmente perdidos y desanimados, pero en ningún caso, debemos pensar que no podemos. Estoy convencida, de que "el que quiere, puede". ¿Os habéis fijado alguna vez en los niños?. Por vagancia o por frustración, muchas veces dicen: "No puedo hacer este problema", pero si se les motiva de alguna manera; con una chuchería, o simplemente estando presentes mientras realizan el ejercicio; lo terminan y normalmente con éxito.Puede costar más o menos esfuerzo, pero hay que seguir adelante.
Hablando de planificación, dentro de una buena organización, son de gran importancia los descansos. No todos tenemos la misma capacidad de concentración, y por ello, es ideal conocer hasta dónde podemos llegar y trabajar de continuo. Uno mismo, se puede analizar, y ver si es capaz de estar concentrado una hora u hora y media delante de un libro, o delante del ordenador, sin perder la concentración. En cuanto se tenga este tiempo estimado, el cual normalmente suele ser una hora u hora y media, se debe planificar un descanso de aproximadamente media hora, y sobre todo, cuando se estén realizando actividades que requieran toda nuestra atención. 

  Espero que este artículo os haya servido de utilidad para vuestros proyectos, sean académicos o laborales.

  Un saludo.

domingo, 23 de febrero de 2014

TOMA DE DECISIONES

  En algún momento de la vida de todo ser humana, hay que comenzar a tomar decisiones. Durante nuestra infancia, tenemos la gracia o la desgracia, de que nuestros mayores, toman las decisiones por nosotros. Pero conforme comenzamos a crecer, y llega nuestra adolescencia, observamos que cada vez se nos cruzamos con más bifurcaciones en nuestro camino. Tomar la dirección en un sentido u otro, habrá veces que no sea relevante, pues podremos dar la vuelta, y retomar el planteamiento. Sin embargo, en la vida, hay ocasiones, en que las decisiones que tomemos, van a marcar nuestro futuro, y por ello, debemos hacer un análisis minucioso de todas las condiciones y resultados posibles.

  En consecuencia a todo esto, quiero escribir aquí hoy sobre la toma de decisiones, y el proceso más conveniente para alcanzar el éxito en la decisión que tomemos.

  El hecho de que tengamos que tomar decisiones, viene derivado de un problema que se nos plantea. Por ejemplo, elegir al matricularnos en Bachillerato, si estudiaremos durante dos años, ciencias o letras.
Una vez planteado y definido el problema, lo ideal, es analizarlo. Es decir, hay que plantearse las consecuencias de elegir un camino u otro, haciéndose preguntas para después responderlas.
Por ejemplo, ¿Qué ventajas y qué desventajas se van a producir para mí, en caso de que estudie ciencias? ¿Y en caso de que estudie letras?
Ya respondidas las preguntas que se nos han planteado en el análisis, se deben observar las alternativas posibles. Por ejemplo, en el caso que hemos planteado, las alternativas, serían, por ejemplo; estudiar el Bachillerato de Humanidades o Ciencias Sociales, en caso de que elijamos estudiar letras; o estudiar el Bachillerato de Ciencias de la Salud o el Tecnológico, en caso de Ciencias.
Evaluadas estas alternativas, elegiremos la que más se adecue a todos los factores analizados.
Es decir, si en nuestro estudio, hemos detectado que nos va a ofrecer más beneficios cualquiera de las alternativas citadas, lo que haremos será elegir ésta.
Una vez elegida, sólo queda lo más fácil. Aplicarla, y no tirar jamás la toalla, por mucho esfuerzo que nos suponga.

  Un saludo, y espero que este pequeño artículo, os haya servido de utilidad.

lunes, 17 de febrero de 2014

CONSEGUIR LO QUE QUEREMOS SIN FRUSTRACIÓN

  Tan importante es conseguir un objetivo como no morir en el intento de llegar a la meta. Por ello, aquí van algunos consejos para realizar y cumplir nuestros propósitos sin padecer estrés en extremo; y que sirven tanto para adultos, como para que los familiares o tutores, lo aplican en sus niños.

  Lo primero de todo, es plantearse qué metas queremos lograr, siendo conscientes y objetivos a la hora de elegirlas, pues estos objetivos, habrá que determinarlos analizando la situación actual. Es decir, deberemos pensar en cuáles son los medios que tenemos y las posibilidades de las que disponemos para lograr las finalidades que nos proponemos. De hecho, aunque el dicho rece "Todos los caminos llevan a Roma", podremos ir más rápido o más despacio, según la dirección que escojamos; y por ello, el tiempo que tardemos en llegar al punto que hayamos definido, será según la dirección que elijamos seguir. Como consecuencia de esto, es necesario conocer los instrumentos y situaciones de partida, para escoger el camino más eficiente.
Además, a la hora de seleccionar nuestras metas, es de gran importancia, ser conoceros, de sí realmente es lo que queremos o no. No es lo mismo decir "me apetece" que "quiero". Por ejemplo, me apetece una pera, pero tengo diabetes, así que no quiero una pera realmente. O gran escala, me apetece ser periodista, pero no quiero aprender a escribir, así que realmente no quiero ser periodista.
Esto no significa, que el apetecer con el querer, no se puedan mezclar. De hecho hay grandísimos profesionales, que han hecho de sus apetencias y placeres, sus quereres. Sin embargo, debemos estar bien seguros de los fines a lograr, sobre todo, en el caso de que puedan cambiar nuestras vidas para siempre. Pero esto entra dentro del tema de la toma de decisiones, que analizaremos otro día.

  En lo que aquí nos atañe, otro aspecto a destacar, una vez que hayamos estudiado los asuntos anteriormente citados, es la visualización. Es de vital importancia motivarse, para añadir la fuerza de voluntad necesaria, y así alcanzar el éxito rotundo. Para visualizar, lo mejor es analizar lo bien que nos vamos a sentir cuando hayamos conseguido nuestras intenciones.

  Una vez que ya tengamos todo claro, es hora de ponerse a trabajar. ¿Cuántas veces habéis intentado completar un problema, un ejercicio o un papel que había que presentar en alguna institución un centenar de veces y no ha habido éxito? Esto, evidentemente, provoca frustración. Bien, pues este tipo de situaciones, son las que impiden alcanzar un objetivo, no sólo con éxito, sino simplemente, alcanzarlo. Para solventarlo, cuando uno se atasca, ha de tomarse un descanso, y posteriormente, se ven las cosas con otros ojos, y con nuevas soluciones. Es decir, si no avanzamos, hay que buscar otro camino que nos lleve a la misma meta. 
Como ejemplo, imaginaros, que andáis solos por un sendero, y de repente, os encontráis con una enorme roca, que impide el paso. La intentáis levantar una y otra vez, pero sin resultado. ¿Qué haríais al final? ¿Tirar la toalla? Pues no. Buscarías otro camino, para poder continuar.

  Por último un par de comentarios más.
  Premiaros mucho por lo que os salga bien, y castigaros poco por lo que os salga mal, pero siempre aprendiendo de vuestros errores.
  La mejor manera de conseguir algo, es divirtiéndose. Así que ya sabéis, haced de vuestro trabajo un juego, y comprobaréis que os volvéis mucho más productivos.

  Espero que este artículo os haya servido, y os deseo lo mejor en la consecución de vuestros objetivos.

  Un saludo a tod@s.

martes, 11 de febrero de 2014

PARA ESTAR RELAJADO, ¡ORGANÍZATE!

Uno de los mayores defectos de la sociedad actual, es que no tenemos tiempo ni para organizarnos, con lo cual, no empleamos el tiempo de manera efectiva, y por tanto, nuestra disponibilidad se va colapsando poco a poco, y cada vez, entramos más en un círculo vicioso del que no podemos salir, pues ni tenemos tiempo para organizarnos, ni nos organizamos para tener tiempo.

Muchas veces estamos estresados, y quizás sea porque no nos hemos parado un momento a pensar, en que la organización de nuestro tiempo, nos puede ayudar a no digo relajarnos mucho, pero si ir un poco más tranquilos por la vida.


¿Por qué no os sentáis un momentito tras leer esta entrada e intentáis averiguar de cuánto tiempo tenéis disponible para realizar vuestras tareas? Este ejercicio, os puede tomar quizás cinco o diez minutos y se debería realizar todas las noches, no sólo por estudiantes, sino también por cualquier trabajador o persona que desee ser eficiente con su tiempo.


Nos sentamos. Cogemos un folio, y lápices o bolis de colores. Pensamos en cuantas horas tenemos disponibles para el día siguiente, o para ese mismo día, dependiendo de si decidimos organizarnos por la noche o la misma mañana al levantarnos. Una vez hecho esto, ordenamos nuestras tareas por prioridades, teniendo en cuenta, que muchas de ellas, no se pueden completar en determinados horarios. En la parte de arriba, dibujáis un pequeño gráfico como el de la imagen de la izquierda, y en la parte de abajo, organizáis vuestras tareas según la prioridad que tengan, como en el ejemplo de la derecha. Pondremos por colores, la importancia de cada actividad. El rojo, suele significar urgencia. Otra técnica para ordenar tareas por prioridades que recomiendan algunos especialistas, es la técnica ABC. Consiste en colocar una A a las tareas más importantes, una B a las segunda más importantes, y una C, a las tareas que incluso se podrían posponer.

Tras esto, colocaremos las actividades, según el tiempo disponible para realizar todas las cosas pendientes. Con los datos del ejemplo, el horario quedaría algo así.


Como podéis observar, en este ejemplo, hay muy pocas actividades, lo que no es normal. Habitualmente, tendremos muchas actividades, que no podemos hacer en un solo día, y tenemos que dejar para el día siguiente. Pues no pasa nada, se programa cada actividad siguiendo el criterio de prioridades, por días y según horas disponibles. Un buen lugar donde organizar nuestras obligaciones, es el mismo calendario que tenéis en el ordenador o en el móvil. Además, estos dispositivos, ofrecen la ventaja frente al papel, de poder activar alertas para que nos avisen de los tiempos.

Recordad además, a la hora de organizaros, que es importantísimo, dejar descansos entre tareas. Los expertos recomiendan, que cuando se realizan actividades de gran esfuerzo mental, lo recomendable es descansar media hora cada hora y media, aproximadamente. Y por supuesto, también, una forma de mantener una agenda eficiente, es planificar en añadido a los momentos de ocio, espacios libres para imprevistos.

Espero que esta entrada os ayude un poquito para colocar vuestros planes, donde deben estar.

Un saludo a tod@s.