martes, 24 de febrero de 2015

¿Nos comunicamos bien?

Todos conocemos a personas que aunque expresen lo que piensan, caen bien. Es decir, son; una palabra ya muy conocida en la actualidad; asertivos. Dicen lo que realmente piensan, sin hacer daño a nadie. Esto no es tarea fácil, no todos tenemos desarrollada esta habilidad, pero "con paciencia y una caña, pescador". Por supuesto, las personas asertivas, en la mayoría de las ocasiones, consiguen c
onvencer a sus interlocutores, sobre la certeza de sus ideas.

Hay varios elementos a tener en cuenta para alcanzar nuestro éxito durante las conversaciones. Ya sabemos que expresar no es sólo decir, y que comunicar, no sólo se hace con la palabra. En toda acción comunicativa, intervienen factores de los cuáles no somos conscientes, estos factores, se encuentran en lo que se denomina, lenguaje no verbal.

Este lenguaje no verbal, se manifiesta a través de diferentes acciones.
Por un lado, los gestos y la postura corporal que realizamos mientras hablamos, inspiran en nuestro interlocutor, sensaciones, las cuáles no somos conscientes de estar transmitiendo. Por ejemplo, si cruzamos los brazos mientras escuchamos a otra persona, le estamos enviando un mensaje de desinterés por lo que dice. Por ello, hay que prestar atención a cómo nos movemos, tanto cuando escuchamos, como cuando hablamos. Si queremos mostrar comprensión hacia lo que nos dicen, asentimos con la cabeza; o si queremos enfatizar algo, es probable que levantemos las manos y los brazos hacia arriba.
Un segundo aspecto a destacar en este lenguaje no verbal, es la mirada. Mirar a nuestro interlocutor, le transmite confianza en nosotros, siempre que esta mirada no se fija, ya que esto podría dar lugar a que la otra persona crea que queremos dominarla. Si no miramos a quién habla o a quién hablamos, es posible que sea porque sentimos timidez ante ese individuo, e incluso transmitimos inseguridad en lo que decimos.
"Una sonrisa, vale más que mil palabras". Fundamental en una conversación para mostrar cercanía y amabilidad, es sonreír. Por supuesto, esta sonrisa, no debe transmitir excepticismo, debe ser una sonrisa sincera, que provoque en nuestro receptor o en el emisor que escuchamos, cercanía y afecto.

Tanto si nos encontramos ante una conversación profesional como personal, debemos ser capaces de controlar el lenguaje no verbal, ya que influirá en las reacciones que tenga la persona con la que dialogamos. Y ya que dialogamos, no discutamos, no creemos conflictos. Practicando, es posible implementar estas habilidades, que nos ayudan a vender más, a conseguir mejores trabajos, y a presenciar menos conflictos, tanto en casa, como fuera de ella.

Esperamos que este artículo os haya sido de gran utilidad.

Un saludo a tod@s.