lunes, 19 de junio de 2017

Consejos para salir indemne de un debate.

Bien tengamos que participar en un debate formar, bien surja un conflicto de ideas en nuestra vida cotidiana, queremos que se resuelva con éxito.

Aquí os presentamos algunos consejos que sirven de utilidad si queremos salir indemnes de un debate.
Por un lado, siempre que realiza una crítica a un contrincante, hay que apoyar con argumentos contundentes, y a poder ser, en un lenguaje que el oponente comprenda.
Por ejemplo, “No me parece correcto lo que dices, ya que numerosos estudios demuestran que…”.
Cuando defiendas tu postura, es recomendable basarse en datos empíricos y no en vanas opiniones. Pues los resultados de estudios realizados con anterioridad, son fundamentales para poder demostrar que tenemos razón.

Las críticas que realices, nunca deben ser increpantes o descalificadoras del oponente. Lo único que pueden provocar es odio hacia tu persona, y crear un conflicto más allá de la pura opinión.

Si estás defiendo tus posturas en equipo, y no individualmente, hay que evitar la redundancia. Es decir, no fundamentar de nuevo una idea que ya ha explicado uno de tus compañeros. Es mejor callar, que aparentar que no se puede defender otra idea planteada, ya que este es el mensaje que se envía cuando en un mismo grupo, se reiteran las mismas demostraciones una y otra vez.

Hablar siempre con seguridad, pues aunque el oponente pueda rebatir, nosotros tendremos respuesta. Hay que pensar que si se nos convoca a un debate, o surge en la vida cotidiana, es porque somos expertos profesionales en la materia. Además, como dicen los matemáticas, si se plantea una situación, es porque tiene solución.

De un debate, se puede aprender. Ninguna verdad es absoluta, y por ello, es interesante mantener una escucha activa. Además, esta escucha activa, nos servirá para poder rebatir mejor las opiniones de nuestros contrincantes.

Levantar la voz no es útil. Gritando, lo único que se consigue es molestar al oponente y a los espectadores del debate. Además, no por gritar más alto, se nos escucha más.

Hay que intentar que las intervenciones que realicemos no sean muy amplias. Hay que sintetizar lo que queremos expresar. Esto ayudará a que se nos comprenda mejor, y a no poner nerviosos a los demás, pues también quieren expresarse.

 La empatía, es una cualidad fundamental en un debate. Si comprendemos lo que dicen los demás, podemos rebatirles con mayor facilidad, haciendo una autocrítica de cómo actuaríamos en el caso de estar en los zapatos de la otra persona.

Esperamos que estos consejos, os hayan sido de utilidad.

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