miércoles, 14 de mayo de 2014

¿Cómo controlar y expresar las emociones?

En la adolescencia aparecen una serie de transformaciones emocionales, debido a los cambios hormonales que se dan en el cuerpo. Así pues, además de modificarse nuestro físico, se transforma nuestra mentalidad. Durante la niñez, el desarrollo físico va a en concordancia con el desarrollo mental, pero al alcanzar la pubertad, el cuerpo se desarrolla en mayor medida que el cerebro, y se producen cambios hormonales, que llevan a sentir emociones que durante la época infantil no habían tenido lugar. Estas emociones, son incomprensibles para la mayoría de los adolescentes, y aprender a expresarlas y controlarlas, en muy complicado. Incluso nos resulta difícil expresarnos y controlarnos a los adultos, así que nos podemos imaginar, lo difícil que resulta para un adolescente.


En muchas ocasiones, las emociones que se producen en los adolescentes, son una reacción de reflejo por algún suceso ocurrido. Por un lado, el adolescente percibe un hecho que le ocasiona cierta tensión, depresión u otras emociones; por otro, hay que considerar que el adolescente, como no entiende lo que está sintiendo, no puede expresarlo, y por tanto, es muy difícil controlar esas emociones, o que los padres y adultos del entorno, puedan asesorar al adolescente de alguna manera. Todo ello, se acumula en la mente del adolescente, y ello conlleva la evolución a otras cosas y emociones.

Algunos especialistas, aplican el método de favorecer la reflexión durante un tiempo sobre lo que está transcurriendo por las mentes del adolescente, y poder actuar positivamente sobre lo que está sucediendo.

Para controlar las emociones debemos centrarnos en las cosas que sean de seria consideración y justa, adoptando ideas positivas y dejando las negativas, no es fácil pero con empeño y atención al adolescente es posible.

Hay momentos, en los que recurriríamos a los medicamentos, pero si bien, con una atención adecuada y una escucha activa, se puede dar solución a muchas cuestiones, antes de llegar a la situación límite en que no haya vuelta atrás. Nadie dice que sea fácil y que no requiera esfuerzo, pero estando atento, observando y escuchando, comprobaremos que quizás los adolescentes de nuestro entorno, únicamente están solicitando adquirir mayores responsabilidades.

En el caso de los adultos, quizás no sea necesario que nos orienten, pero sí debemos aprender a expresar nuestros sentimientos. El conocer el origen de la cuestión, es la clave para solucionar muchas situaciones.

La pregunta que debemos hacernos para descubrir por qué nosotros o los demás están mal es:
“¿Qué siento?” “¿Qué ha sucedido realmente?”
“¿Qué sientes?” “¿Qué ha sucedido realmente?”
Una vez recabada la información, tenemos todos los datos para solucionar el problema.

Solucionar todo esto, nos otorgará beneficios. Y hay que recordar que la mejor forma de afrontar situaciones difíciles es con positivismo, con alegría y tendiendo la mano, sobre todo en el caso de los adolescentes, para que tengan la confianza suficiente, y así puedan expresarse.

Además, compartir con otras personas experiencias emocionales  no solo genera bienestar en el momento, sino que también favorece la vida diaria de los adolescentes. En añadido, las familias en las que hay adolescentes, está claro que no los van a abandonar. Pero un adulto que no controla ni expresa sus emociones de forma adecuada, puede sufrir marginación, y comprobar que cada vez se queda más y más abandonado.

Las emociones es algo importante, algo que influye mucho en el desarrollo de la personalidad del adolescente. Pero por supuesto, también son importantes en los adultos.


Esperamos que os haya gustado este pequeño artículo, realizado por Marta Cuartero y Judith Piedrafita.

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