La mayoría de nosotros, pensamos en cualidades básicas como la puntualidad, el entusiasmo, o la seriedad. Pero en la actualidad, estas competencias básicas se subordinan ante otras nuevas, que se valoran en mayor medida por las empresas que nos contratan.
En una sociedad en que la competencia entre empleados potenciales para un puesto cada vez es mayor, se valoran cada vez más diferentes cualidades que quizás para determinados puestos, antes no eran necesarias. Actualmente, toda persona que desee acceder a un puesto, no sólo debe diferenciarse por sus titulaciones, que también, sino que además, debe prepararse socialmente; ser amable aunque realice su trabajo fenomenal, educación, cultura, habilidades comunicativas...etc. Aquí os contamos hoy algunas cualidades que gustan mucho a los empleadores.
Hay una norma básica, que sigue con vida en las cualidades de todo buen empleado. La demostración de discreción y lealtad. Esta cualidad, sobre todo es importantísima en el momento de realizar la entrevista. Regla absoluta a cumplir en toda entrevista: No critiques ni a tus anteriores jefes, ni compañeros.
El entusiasmo, es algo de lo que todo trabajador debe disponer. Quizás no sólo en la entrevista, sino incluso en un empleo temporal, hay que mostrar a todo superior y compañero, que el trabajo que realiza, por poco que le guste, es excelente. Debemos mostrar en todo momento, pasión por la actividad que estemos desarrollando, pues eso será un punto a nuestro favor, y más cuando aunque el puesto que desempeñemos no nos guste, nos dé de comer.
Desde hace ya años atrás, en las empresas se valora muchísimo la capacidad de trabajar en equipo, y dentro de esta habilidad, que se muestre cooperación, no únicamente con los compañeros de equipo, sino además, con la propia empresa. Para un empleador, el mero hecho de que uno de sus trabajadores, muestre que lucha por el beneficio de la propia empresa, es un aspecto ampliamente apreciado.
Quizás, ser preciso, sobre todo en algunas tareas que requieran ser detallista, es importante, pero sobre todo, y lo que más se exige a un empleado es que sea resolutivo, y antes de buscar al culpable o señalar a alguien con el dedo, busque la solución. ¿Quién de nosotros no le ha echado nunca la culpa al que tenía al lado? Pues eso no le gusta a ningún empresario ni empleador, lo que desean los nuevos jefes, no es saber quién tiene la culpa, sino quién ha solucionado la situación adversa de la manera más eficiente. Por supuesto, una de las habilidades que ayudan a dar soluciones oportunas, es la capacidad organizativa y de programación, ya que una persona organizada, siempre resulta más eficiente. Todo esto implica, que hay que tener responsabilidad en todas las acciones que se ejecutan.
En las nuevas empresas, se desea que hasta el empleado que está más abajo en la pirámide jerárquica, comparta sus experiencias e ideas. Se acabó para las nuevas empresas, la tradicional frase, "No te pago para pensar, te pago para trabajar". Por supuesto, el hecho de expresar ideas que puedan potenciar el beneficio de la empresa, no debe ser justificación para no cumplir con las tareas asignadas, pero sí se ha comprobado, que en los centros y equipos de trabajo en los que se escucha al empleado, tenga la cualificación o el puesto que sea, prosperan en mayor medida, y crecen mucho más rápido. Aquí entraría también la motivación e innovación por el trabajo que se realiza.
Hay una norma básica, que sigue con vida en las cualidades de todo buen empleado. La demostración de discreción y lealtad. Esta cualidad, sobre todo es importantísima en el momento de realizar la entrevista. Regla absoluta a cumplir en toda entrevista: No critiques ni a tus anteriores jefes, ni compañeros.
La versatilidad. ¡Ay, cuánto la echan de menos algunos empleadores!. Antes todo el mundo sabía hacer cualquier tarea. Ahora la especialización, por un lado ha sido muy buena, pero por otro, ha producido trabajadores que sólo saben hacer una única cosa, eso sí, la única cosa que hacen, la saben hacer muy bien. Pues con la crisis, muchas empresas han tenido que reducir el número de empleados, y por ello, necesitan que los que queden o vuelvan a contratar sean muy trabajadores, y estén dispuestos a realizar actividades que se salgan de su habitualmente ámbito de trabajo. "Sé hacer pan, pero también sé limpiar el suelo, y también sé contabilizar; y si hace falta, aprendo lo que me proponga".
Esperamos que este artículo os haya sido de utilidad, y que os haya gustado.
Un saludo a tod@s.
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