jueves, 15 de octubre de 2015

Jo...Tengo que estudiar...

¿Cuántas veces habremos dicho esta frase? Sobre todo cuando nuestros amigos se van de fiesta y nosotros tenemos que quedarnos en casita sumergidos entre folios, libros, lápices...
Pues sí, pero bueno, también hay que pensar que estudiar nos puede ayudar a desarrollarnos personal y profesionalmente. En cualquier caso, como en el momento de encerrarnos en nuestra zona de estudio estos pensamientos pueden no dar sus frutos, aquí algunos consejos para que la tarea no resulte tan dura.

En primer lugar, como todo en la vida, disfrutar es primordial, Por eso, estudiar imaginándonos determinadas circunstancias, puede resultar muy útil. Por ejemplo, para los idiomas, puede resultar útil escribirnos e-mails o cartas con personas nativas de la lengua que estamos estudiando, y a la vez, también conversar con ellas. La historia es más fácil si nos imaginamos la circunstancia; ya que seguro que os habéis preguntado alguna vez porque una novela la entendemos y la comprendemos a la perfección, y en cambio los libros de historia no; también lo podemos hacer con la historia, imaginando cómo entramos dentro de una catedral y conversamos con personajes de la época. La cuestión es hacer igual de interesante las materias que hay que comprender que las novelas que leemos.

Ya hemos escrito sobre ello en alguna ocasión, pero la organización es fundamental para poder alcanzar cualquier objetivo que se precie. Si esperamos a estudiar un par de días antes del examen, sólo conseguiremos aborrecer la asignatura y además, aunque aprobemos, no lo aprovecharemos. Por tanto, sabiendo en qué fecha aproximada va a tener lugar el examen, podemos organizar por temas las horas de estudio necesarias, siempre por supuesto, dejando espacio para los imprevistos. Aprenderemos y aprovecharemos la asignatura al máximo, consiguiendo además mejor calificación en el examen. Sin embargo, a la hora de organizar el estudio, tenemos que tener en cuenta que los expertos dicen que no es productivo estudiar durante un período de más de 50 minutos seguidos, así que debemos realizar descansos cada cierto tiempo a lo largo de las sesiones. En añadido, cuando preparemos nuestra organización, deberemos anotar nuestras decisiones al respecto, pues de nada nos serviría pensar cómo, qué, dónde y cuando estudiar, si luego se nos olvida; así, realizar un planning de estudio, puede resultar lo más conveniente, de esta manera, también conseguiremos ver si los horarios nos cuadran realmente, y si los objetivos que hemos planteado son reales y alcanzables.

Así de fundamental es también el lugar en el que se estudia. Para que nuestro estudio contribuya realmente en los resultados finales, deberemos encontrar un lugar en el que nos sintamos cómodos y a a gusto. Esto no es sólo para permitir una mejor y mayor concentración, sino también para fatigarnos menos. Y en este aspecto, la iluminación adecuada para nosotros, es lo más básico. En el lugar de estudio, también se recomienda tener refrigerios y tentempiés a mano, pues si cada vez que tenemos hambre o sed nos tenemos que levantar de la silla para cogerlos, perdemos la concentración que habíamos alcanzado.

Y aunque otro día dedicaremos más tiempo a las técnicas de estudio, sí podemos adelantar que hacer resúmenes, tarjetas de memorización, etc...es fundamental para conseguir memorizar.

Finalmente, queda por decir que cuando estamos realizando una actividad que requiere cierto nivel de concentración, lo mejor es no tener distracciones alrededor, así que consejo: Móviles fuera, y si los estamos utilizando por la música u otros menesteres, a bloquear las alertas y las llamadas toca.

Un saludo a tod@s, y si queréis colaborar en completar esta entrada con más truquillos que se os ocurran os animamos a hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario